Creación de nuevas narrativas locales sobre el cambio climático en el Chaco boliviano
Escrito por Jessica Peñaloza Cladera de Rising Voices
Jóvenes periodistas indígenas proponen una cobertura más representativa del cambio climático

Cuando los medios de comunicación bolivianos cubren el cambio climático en la región del Gran Chaco, parece que todo se presenta como una catástrofe natural. Sin embargo, los jóvenes indígenas de la región quieren que los medios de comunicación se centren también en sus zonas turísticas y en las campañas de conservación de los bosques, así como en la consulta previa a los pueblos indígenas sobre los proyectos económicos. Cuando no se recogen los relatos locales, se tiene una visión sesgada de cómo se viven las realidades del cambio climático.
El Gran Chaco es el segundo bosque más extenso de Sudamérica después del Amazonas, y abarca cuatro países: Argentina (55%), Bolivia (25%), Paraguay (20%) y Brasil (5%). Se ve afectada por la sequía, la extracción, la deforestación y la desigualdad, que también tienen consecuencias medioambientales y económicas negativas para la región y el mundo entero.
Crear narrativas más representativas de las realidades que viven las comunidades de la región y conocer mejor las narrativas mediáticas sobre el cambio climático en el Gran Chaco de Bolivia fueron las principales premisas del curso de alfabetización mediática «Roipea Taperai» («Abriendo Caminos») dirigido a jóvenes de la Escuela de Periodismo Indígena (EPI) de la autonomía Charagua Iyambae.
Durante dos días, a principios de julio de 2022, los participantes analizaron críticamente la información de los medios de comunicación sobre las noticias medioambientales que afectan a su territorio. Propusieron nuevos enfoques basados en su realidad para comunicar sobre el cambio climático desde una perspectiva más local y así poder mitigar sus efectos. Los participantes en el curso «Roipea Taperai» eran jóvenes de las zonas de Parapitiguasu, Charagua Norte, Alto Isoso, Alto Parapeti-Kaaguasu, Gran Kaipependi Karovaicho y Charagua Pueblo.
Aunque el EPI trabaja en la autonomía Charagua-Iyambae, también participaron en el curso jóvenes de la Chiquitanía y de la comunidad afroboliviana. Establecieron aliados y redes de comunicación entre las comunidades de las diferentes zonas del departamento de Santa Cruz y los pueblos indígenas del interior. Los jóvenes de estos territorios gestionan y crean sus contenidos en la emisora Ñande Ñee, que se emite en Facebook los sábados, y participan activamente en sus comunidades como líderes en sus zonas. Deciden las plataformas y el desarrollo de contenidos bilingües, ajustándose a las necesidades de su territorio.
El EPI es un proyecto para que las comunidades tomen las riendas de la comunicación y para que los jóvenes periodistas indígenas de las comunidades guaraní y chiquitana refuercen su sentido de identidad, asegurando que sigan centrándose en el medio ambiente y en cómo la contaminación y la degradación afectan a las comunidades y a sus territorios.
Más de 20 pueblos indígenas viven en el Gran Chaco, junto con otras poblaciones como agricultores mestizos y menonitas. Los guaraníes tienen una autonomía política que les permite tener «autodeterminación, autogobierno, administración de sus recursos económicos, libre elección de sus autoridades en el gobierno indígena guaraní según normas y procedimientos de las áreas indígenas y urbanas (…)».

La perspectiva de los medios de comunicación frente a las necesidades del territorio
Mediante la construcción de una nube de palabras, los participantes en el curso analizaron los términos utilizados por los medios de comunicación al hablar del cambio climático en el Chaco. A continuación, propusieron otras palabras que deberían incluirse y destacarse en la comunicación.
Esta es la nube de palabras con los términos más utilizados en los medios de comunicación locales y nacionales:
«Turismo, autonomía, prevención, escasez de agua, enfermedades por desastres, permisos de deforestación para carreteras, acuerdos con la empresa y las comunidades, importancia de los bosques para las comunidades, contaminación del agua por minería, salud, educación. Sequía, chacarera [folk dance from Chaco region], cultivos, petróleo, cultura, chaco [lowland plain], departamental, montaña, gobernador, autoridades, nacional, gas, economía, vía pública, administrador social, salud, hidrocarburos, economía, región, administración autonómica, millones, fuente de producción, desarrollo, consulta previa, permisos, normativa.»
Por otro lado, estos son los términos que los jóvenes del Gran Chaco boliviano consideran que deberían incluirse a la hora de abordar el cambio climático:
«Intereses económicos, empresas, autoridades, explotación de recursos, autonomía, ejecutivo, cultura, bosques, flora, fauna, turismo, estabilidad para Pueblos Indígenas, leyes, desarrollo, millones, ley, país, carretera, impuesto directo a los hidrocarburos (IDH), ambiental, cambio climático, expansión agrícola, usurpación».
Este ejercicio reveló la pauta de la cobertura mediática de esta región, centrada en las catástrofes naturales.

Daniel Zeballos, un joven indígena chiquitano de Roboré, señaló que la gente de su zona vive del turismo, y que a raíz de las noticias que se centran en los incendios forestales, esta actividad se está perdiendo:
«Hablar sólo de este tema aleja a los turistas, por lo que todos, incluidos los de las zonas afectadas, generan menos ingresos».
Zeballos propone que los medios de comunicación también mencionen más la palabra «turismo» para apoyar a su zona en Roboré.
Los participantes también debatieron que cuando los medios de comunicación difunden repetidamente los términos «sequía» y «hambruna», la ayuda se centra en campañas de recogida de alimentos y medicinas. Esto hace que las comunidades dependan de esta ayuda y desatienda las principales necesidades de cada comunidad, como abrir carreteras y suministrar agua para reactivar la producción agrícola.
Los jóvenes propusieron que los medios de comunicación incluyeran campañas de prevención de catástrofes y un mayor apoyo para mejorar las condiciones de producción en la región. Benjamín y Génesis, dos jóvenes comunicadores de Charagua, comentan:
«Debería investigarse más sobre las catástrofes desde la perspectiva de los afectados, para investigar sus consecuencias (por ejemplo, enfermedades, nuevas plagas, etc.) y cómo combatirlas».
Otro aspecto importante para los participantes fue la continuidad de los proyectos de apoyo a la producción agrícola y la apertura de carreteras, ya que no se han completado debido al cambio de gestión y de autoridades.
La falta de un plan de prevención de catástrofes, la falta de una adecuada consulta previa a los habitantes de las zonas afectadas y la falta de comunicación de las normas y derechos territoriales son aspectos que los jóvenes consideran que deberían reforzarse, teniendo en cuenta que en los últimos años tanto las personas ajenas a la comunidad como los miembros de la misma venden madera sin autorización.
Como señala Génesis Shuliane Quipe, miembro de la comunidad de esta zona:
«Cuando se habla de deforestación, es necesario investigar los acuerdos que hacen las empresas con las comunidades, los permisos que se dan y cómo afectan a las comunidades. Los medios de comunicación deberían cubrir estos acuerdos que crean indigencia y tienen consecuencias para el medio ambiente.»
Como soluciones a estos problemas, los participantes identificaron el poder de la Autonomía Indígena para establecer sus propias regulaciones para las empresas agrícolas y los menonitas, al tiempo que se apoyaron en los medios de comunicación y en la importancia de la opinión internacional para crear narrativas que generen apoyo a los derechos indígenas.
Durante el taller, los participantes debatieron sobre los artículos ampliamente difundidos en los medios de comunicación que no mencionaban sus fuentes o estaban sesgados en favor de intereses económicos ajenos a las comunidades.

Crear relatos desde una perspectiva local
El taller aportó una importante perspectiva local, pero esta vez no sobre los problemas, sino sobre las soluciones. Formuló un plan de acción que se llevaría a cabo a corto y medio plazo para responder a estas preguntas: «¿Qué queremos, qué vamos a comunicar y cómo vamos a comunicarlo?».
Se destacaron las siguientes acciones:
- Sensibilizar mediante vídeos y documentales en las redes sociales (por ejemplo, TikTok) sobre la explotación de los recursos naturales, la contaminación del agua, la deforestación y la importancia de la conservación.
- Proponer a las autoridades contenidos e ideas que apliquen los conocimientos ancestrales como parte de la solución. Por ejemplo: recuperar prácticas o experiencias de recogida de agua de lluvia.
- Dar charlas en escuelas, asambleas regionales y en las comunidades, bajo el lema «Beber agua nos da la vida, Tomar conciencia nos dará agua».
- Establecer alianzas con instituciones para recaudar fondos destinados a la creación de contenidos.
- Escribir narraciones que informen a la comunidad sobre sus derechos de acceso al agua para que puedan exigirlos mejor.
- Centrar los relatos en las secuelas de los incendios más que en la catástrofe en sí, para fomentar el apoyo a la recuperación.
Xiomara Zambrana ha contribuido a este artículo. Este proyecto de Rising Voices cuenta con el apoyo de la Fundación AVINA dentro de la iniciativa Voces para la Acción Climática .