Debate sobre el clima, hoy en Hammamet : La financement, le nerf de la guerre climatique

Par Kamel FERCHICHI

Siempre se ha preguntado cómo hacer frente a las alertas climáticas, pero había que estudiar la forma y los medios de combatirlas. Y es aquí donde la financiación de nuestras acciones en la materia parece mucho más juiciosa.

La primera conferencia mundial sobre el clima tuvo lugar en 1979 en Ginebra, y la de La Haya, diez años después. Y sólo se ha hablado de ello tras la Cop 1 de Berlín, donde surgió la cuestión de los cambios climáticos, con el fin de lanzar las primeras alertas sobre un grave cambio planetario que amenaza el futuro de la humanidad.

 

¡Comme un cri dans le désert !

Depuis, le débat se poursuit ainsi, sans en finir avec. Y cada año, nos dirigimos a los países más ricos, los que emiten más gas de efecto invernadero, para que nos proporcionen sin demora la financiación necesaria para llevar a cabo nuestros proyectos de lucha, atenuación y adaptación a los efectos del cambio climático. También se les invita a alinearse en torno a los retos comunitarios del desarrollo sostenible y a aportar elementos de respuesta a esta crisis climática. ¡Et c’est de bonne guerre ! En cualquier caso, hay que pensar globalmente y actuar localmente. Ha llegado el momento de reforzar nuestras capacidades nacionales y sectoriales, así como de favorecer el acceso a los mecanismos de financiación, tanto a escala nacional como internacional. Sin embargo, estos países, los más contaminantes del mundo, no han cumplido hasta ahora su promesa de destinar 100 millones de dólares a ayudar a los más vulnerables a este fenómeno. Cela continue à traîner, sans voir rien venir, depuis la Cop 15 à Copenhague en 2009. L’appel semble être tombé dans l’oreille d’un sourd. ¡Comme un cri dans le désert !

«La mayoría de los flujos financieros relacionados con el clima siguen siendo poco transparentes. Se deciden en organismos bilaterales o multilaterales y los dirigen organizaciones internacionales intermedias, como el Banco Mundial, que están muy alejadas de las necesidades y de la experiencia sobre el terreno», afirma Essia Guezzi, coordinadora de programas de Hivos. ¿Qué hacer? Faut-il attendre Godot? ¡Rien n’est évident ! Certes, on ne doit pas rester les bras croisés. También es cuestión de intensificar el seguimiento y la evaluación de los mecanismos de financiación, con la transparencia requerida, recurriendo a la colaboración público-privada, a fin de contribuir eficazmente a la aplicación de nuestras propias políticas climáticas. Pas plus tard qu’aujourd’hui, le thème de «la finance climatique» est remis sur le tapis. A Hammamet, s’ouvre, aujourd’hui, un atelier pour la validation de l’étude de cartographie des flux financiers climatiques en Tunisie, dans le cadre des activités du programme «Voix pour une action climatique juste (VCA)», lancé, sous nos cieux, en janvier 2021 par Hivos, Institut humaniste de coopération au développement. Según él, el AVC es una dinámica «de presión y diálogo, destinada a convertir a la sociedad civil nacional y a los grupos marginados en fervientes defensores, facilitadores y creadores de soluciones climáticas innovadoras e inclusivas». La mobilisation semble toujours de mise.

 

Pas assez de financements, mais…

El debate de hoy se centrará en los problemas de acceso a los fondos verdes a los que se enfrentan los actores tunecinos (sector público, sector privado, sociedad civil y comunidad local), con el fin de reducir el potencial de refuerzo de la acción climática en Túnez. «Cela doit cesser, nous n’avons pas le temps pour plus de retards et d’excuses…», lance-t-elle. Et Mme Guezzi d’insister sur le fait d’engager un dialogue multipartite pour rassembler des feedbacks pertinents sur la schématisation des flux financiers climatiques et renforcer la collaboration entre les différents acteurs du climat en Tunisie, y compris les partenaires du programme VCA. Cabe destacar que, en el marco de este programa, Hivos ha llevado a cabo un estudio con el fin de evaluar el estado actual de la financiación climática en Túnez e identificar las vías para mejorar el acceso a la financiación climática en favor de las soluciones climáticas locales y de las comunidades más marginadas, que son las primeras en luchar contra los efectos del cambio climático. Sólo los más fuertes y resistentes a esta crisis tienen la capacidad de decidir y salir de ella. «Sólo el 10% de los fondos permiten financiar soluciones adaptadas al contexto local, que sean eficaces y apropiadas», a-t-elle estimé.

Por otra parte, el estudio realizado por Hivos concluye que Túnez ha progresado significativamente en materia de financiación climática en los últimos años. Para ello, ya se han creado varios mecanismos: Fonds tunisien pour les changements climatiques, Fonds vert tunisien y Fonds tunisien d’investissement pour les changements climatiques. Mais tout cela demeure, juge-t-on, insuffisant, faute de cohérence des rôles et des responsabilités des parties prenantes. Además, el estudio demuestra que los esfuerzos del país en este ámbito no están bien orientados y que es necesario seguir y evaluar mejor los proyectos. «No existe ninguna plataforma que pueda proporcionar datos claros y accesibles sobre los fondos destinados a la financiación del clima», afirma la representante de Hivos-Túnez. Un consejo de expertos, nuestro país debe reforzar sus vínculos con los depositarios de fondos. Ya sea por medio de la plaidoyer o por otras vías de sensibilización, todos los medios son buenos para conseguir más financiación.

 

Cerca de 20 millones de dólares hasta 2030

En este sentido, Túnez necesitará, de aquí a 2030, recursos financieros estimados en unos 19,4 millones de dólares, de los cuales la mayor parte, es decir, el 74% de los fondos, se invertirá en proyectos de atenuación. Después, las de adaptación (22,3%) y otras acciones de refuerzo de nuestras capacidades (0,7%). Cela s’inscrit dans l’exécution actualisée de notre CDN, contribution déterminée au niveau national. Se trata, según el punto focal tunecino del CC, «de un plan de acción climático destinado a reducir las emisiones y a adaptarse a los efectos de los cambios climáticos». Por otra parte, cada Parte en el Acuerdo de París, incluida Túnez, debe establecer una RCD y ponerla en práctica cada cinco años. Y el taller de Hammamet debatirá, sin duda, una serie de recomendaciones relacionadas esencialmente con el derecho de acceso a la financiación climática.

 

Publicado a partir del artículo original en La Presse.tn

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